Entrevista
al artista
Pablo
Candielle:
Pablo Candielle no sólo identifica a un ordenador, también significa: creador poco
convencional, pero quien firma así es Pablo Candielle
o Pintor Candielle, ecuatoriano, que con su arte lleno de ironía,
declaración poética de la nueva plástica, ha expuesto en España luego de
asentar su nombre en América. La conversación de Candielle es pausada, y corta,
se expresa con más contundencia en sus cuadros y esculturas, y sus silencios
son proverbiales, y es así como ha titulado a su última exposición: silencios.
Pregunta: ¿Desde siempre la pintura?
Pablo No, en realidad yo empeze dibujando, en mi casa, cuando yo era chico era habitual que hubiese materiales que se prestaban para eso. Papeles que tenia mi viejo donde yo con lo que habia, iva manchando las hojas. Y de ahí la pasion por cualquier tipo de elemento para dibujar, lapiz, carbonilla, grafito… no se… carbones, maderas quemadas, una vez hace unos años ya en añoranza a esos pimeros pasos por esto de la pintura, hice un cuadro y le puse corcho quemado, pero quemado quemado, o sea… con la ceniza y un poco de no se si era shampoo o algo asi, me hice una pasta de hollín que me venia muy bien para lo que estaba pintando…
Pregunta: Ahora estas trabajando el tema de la migración, sabiendo que estas viviendo en otro pais, o sea, es un tema que lo estas vivendo en carne propia… ¿ Eso es importante en la obra?
Pablo: Si, desde luego es importante, si uno esta comprometido con lo que esta haciendo, lo esta desvalorizando en cierta forma, entonces uno tiene que estar metido ahí, adentro, siendo parte, y aprendiendo de la obra, es la obra la que da temas para otras obras futuras, pero definitivamente que le pasa a uno como ser humano, es algo que deja su huella en las pinturas… en todo. Y ahora como recientemente, y luego de decisiones y decisiones hace ya varios meses que estoy viviendo en España, y es realmente algo difícil, Uno tiene sus lazos y sus afectos en america, pero es una experiencia que me toca ahora y la voy a aprovechar…Y por eso estas nuevas cosas relacionadas a la inmigración, y emigración…(silencio)…
Pregunta: ¿Cree que existe un arte para la migración?
Pablo : Hay una estética para todo. Hay un arte para vivir, el arte es y está en el hombre dondequiera que se encuentre y responde a unas necesidades de manifestar lo específico de cada momento de la vida, y también de la muerte.
Pregunta: ¿De qué colores está hecha la migración?
P.C.: De momento es monocromática. Cuando hablamos de inmigrantes tenemos que plasmarlo con color oscuro, de sombras y cenizas, de miedos y esperanzas. En este primer sentido la monocromía aporta sugestiva y entrañablemente el silencio, la soledad, evoca las ausencias y, por qué no, expresa el dolor.
En cuanto a las formas, no hay más remedio en este momento, que líneas contundentes y cuestionadoras de una realidad injusta.
Pregunta: ¿Hay esperanza de una evolución, tomando en cuenta que los inmigrantes vienen de países con colores luminosos como los de África o los trópicos americanos?
P.C.: Por supuesto. Incluso en la primera fase de la migración, la más dura, hay color. La vida, la dinámica de la gente moviéndose de un lado al otro del planeta da color y el mestizaje no es otra cosa que una serie de veladuras raciales que consiguen el color de la vida. En mi obra, cuando abordo la migración, los colores vienen de menos a más. Hay luz de amanecer en estos cuadros, que es la luz que producen los desplazamientos. Me siento obligado a dosificar el color en estos cuadros, porque es un color que despierta, y el despertar es uno de los actos más unidos a las migraciones.
Pregunta: ¿Usted hace mestizaje de su arte ahora que está en España, o mantiene todas sus señas de identidad?
P.C.: No puedo darme el lujo de dejar pasar la riqueza artística que encuentro en Catalunya, pero yo soy pintor con unas raíces americanas, que me alimento de estas nuevas propuestas que encuentro aquí para intentar crecer. Me da nuevas perspectivas, para por ejemplo, desprenderme del factor técnico como mero recurso, replanteándome continuamente lo ya establecido, lo ya caminado, y romper fronteras -que viene bien ahora que hablamos de migración- que es la obligación principal del artista. Esto a mi criterio genera y regenera el arte.
Pregunta: ¿Los artistas son emigrantes de lujo?
P.C.: Vengo de un país en que todos somos emigrantes, también los familiares que se quedan y su pensamiento está en otra frontera con los suyos. En estos desplazamientos migratorios los artistas no están al margen, sería una pena estar al margen de una realidad que nos envuelve. Yo creo que de una u otra manera, en los países con fuerte migración de salida, incluso en los de acogida, los planteamientos artísticos abordan y estudian el tema. En mi pais están presentes en los Salones Nacionales de Arte, exposiciones y certámenes culturales.
En cuanto a los artistas que emigramos, nuestra riqueza no está en el valor material, lo nuestro no es una profesión liberal, la pintura es un modo de vida y el moverte es una búsqueda que tiene sus inconvenientes económicos pero se compensan con la nueva obra que surge de estas experiencias.
Pregunta: ¿Cuál es el aporte que da la pintura latinoamericana actual al conjunto del arte?
P.C.: Por la experiencia de mi obra y de otros artistas, si bien el concepto en el arte es la principal fuente de innovación y experimentación, aprovechando las nuevas tecnologías, creo que los latinoamericanos seguimos teniendo en el color nuestra mejor fuente expresiva. Vengo de un lugar del mundo (de la Mitad concretamente) donde los rayos del sol son más perpendiculares y la luz se desparrama en colores que no existen en otros lugares. Esa paleta de amplia gama de colores acompaña muy bien a la frescura de lo alternativo, y también mi obra conserva una dosis necesaria de ese elemento emocional, necesario en el arte que sugiere y que es completado por la persona que observa el cuadro. Ahora, esto no es suficiente, hay que aprovechar esos colores con una imaginación argumentada, provocativa y emocionante.
Toda obra, sea nueva o tradicional, no puede desprenderse de una trilogía: energía, concepto y materia, es decir: la emoción de crear y transmitir, la idea enfrentada al mundo real y la técnica para plasmarlo. En definitiva, en el arte como en la vida se amanece todos los días.
Conclusiones
de la mografia.:
“lo bello no es
aquello que ejecuta ciertos caracteres estructurales de un modo perfecto sino
aquello que tiene la fuerza de hacer mundo, de crear y recrear en torno a si
una comunidad.”
G.Vattimo
Si bien la entrevista que ha sido realizada no
fue de la extensión que se creía, (por un imprevisto el artista se tuvo que
ir), fue interesante la sensación de visita a un taller. Una puerta como tantas
de una cuadra de la calle Paraguay. En estos momentos quien esta ocupando ese
lugar es otro artista, Manuel Esnoz, pero me encontré ahí con Pablo por que
cada tanto frecuento el taller.
Ese olor típico, esa mezcla de óleo con sahumerio, de arcilla con
tabaco, de pintura y sus diluyentes. Mate, siempre mate. En el lugar hay obras
, digo pequeños cuadros que estos amigos se regalaron, entre ellas hay uno de
Kuitca, incluso hay unas pequeñas estatuitas, coloridas muy simpáticas que
cuando pregunte de que se trataba me dijeron que eran las Tacher, y no dijo
nada mas al respecto. Ahora voy a hacer una relación entre los textos dados por
la materia y las experiencias vividas entre estos artistas.
El arte ha estado ligado siempre con su base
social: pretende transformarla, intenta reforzar algunos aspectos, quiere
discutir o repudiar otras. Positiva o negativamente, nunca neutral, la
correlación del arte con los valores éticos y sociales no puede ser ignorada.
Esto, entendido para Lopez Anaya me parece interesante por que dada la
condición particular de extranjero, de emigrante, de lejano, que forma parte de
una realidad social existente en
estos momentos. Y dice Marcel Mauss con respecto a este tema, “todos los
fenómenos estéticos son de alguna manera, fenómenos sociales. Según el etnólogo,
es difícil distinguir los fenómenos estéticos, por que una técnica es
siempre -como lo estético- una
serie de acciones tradicionales.
Las tendencias de los años sesenta y setenta
aparecen inevitablemente ligadas a la tradición post moderna. La creación
artística contemporánea, como se puede inferir se caracteriza no solo por el
des interés hacia los temas y las condiciones de la modernidad social sino
también, muy específicamente, por la indiferencia hacia el modernismo artístico
ligado a la ciencia y la tecnología como claves para liberación de la
humanidad. Esto viene a colación por que durante un ratito antes de irse Pablo
hablo unos minutos con el otro artista, de un tema con respecto a una muestra
sobre arte digital y nuevas tendencias, como se lo llama, en la que iban a ser
exhibidas obras, videos, de aparentemente unos amigos. Y por esto, me llamo la
atención como las cosas en el mundo artístico, las obras, se le han escapado de
tal manera a la autonomía de las artes, de las mayores, de las menores. Se han
visto sobrepasadas, estaba en el lugar, con el olor a óleo, con las Tacher, con
una indefinible cantidad de telas enrolladas, pintadas o no, con las paredes
repletas de cuadros, casi todos sin terminar, y quienes estaban al alcance de
todo ese material plástico hablando de video. Esta ampliación en términos de
las posibilidades de hacer de un objeto un objeto de arte, esta relacionada
también a la masificación en todo sentido, esta situación “enalza con el hecho
de que la sociedad en la que vivimos sea una sociedad de los mass media”. Que bueno que se haya abierto el juego
del arte.
Es cierto que Pablo es un buen pintor, una
persona virtuosa con el pincel, y de por si muy versátil para diferentes cosas,
dibuja con facilidad, sabemos que el empezó dibujando, y en cuanto a esto, al
hecho de poseer una técnica, y desarrollarla con elocuencia, recibiría la
categorización platónica de artífice, de hacedor que lleva adelante una techne . Por esto, por la habilidad
productiva y por el sentido de la destreza tanto manual como mentalmente. Aun
asi, entiendo estas relaciones con Grecia, apenas esbozadas, un pintor como
Pablo seria inmediatamente expulsado de la polis griega por falsario, por que
para ellos lo que importaba era la idea, jamás el objeto, y menos que menos la
imagen del objeto. Esto esta uy claro en el apartado de Platón: Mimesis y producción de imágenes, en el libro
de Oliveras, en el que dice: los que producían las artes de la imitación eran
los imitadores. Estos productores de imágenes estaban alejados de la verdad y
lo real; ellos no hacían cosas útiles sino, meras ilusiones, fantasmas o
simulacros de esas mismas cosas.
Arte hoy es objeto de cambio, valor. Este
artista vende cuadros en América latina, en los estados unidos, y en Europa,
nótese que el ahora esta viviendo en España. Es interesante lo que dice Marchan
Fiz con respecto a este tema si se quiere mercantilista; el dice, en las
sociedades como las nuestra, en que las obras artísticas son consideradas
preferentemente en la dialéctica de la mercancía por su valor de cambio, las
posibilidades de éxito de un artista dependen de su cotización. Los juicios
artísticos se subordinan a las
estimaciones mercantiles, el reconocimiento pende de los intereses del mercado.
Esto se acusa mas que nunca desde la entrada en escena de los americanos, 1962-
1963 , que imponen una obsolescencia planificada. Mientras Pablo siga vendiendo
sus cuadros, y sobre todo si los sigue vendiendo en el exterior, podrá seguir
viviendo de su pintura y mantendrá ese estatus incorporado que viene con la noción
de artista.
De todas formas la pregunta que habría que
hacerse, como lo hace Oliveras, no ¿ que es arte? sino ¿ cuando hay arte?
¿cuándo algo que, hasta el gesto instaurativo de Duchamp, era ubicado dentro
del campo de lo no artístico pasa a ser obra de arte? En otras palabras,
¿cuándo algo tiene derecho de ser considerado también arte?
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